Si bien se considera una alternativa sostenible a la pesca salvaje, los peces de cultivo no están exentos de sus propios problemas de sostenibilidad. Las granjas piscícolas generalmente trabajan en condiciones de sobrepoblación las cuales pueden llevar a problemas de enfermedades y parásitos, lo que conduce a que los rendimientos sean menores y los costos de producción aumenten. Cermaq es una empresa destacada que emplea tecnología para clasificar a peces enfermos o heridos, así como aquellos que están listos para el procesamiento.
El futuro de la piscicultra podría estar en jaulas robóticas gigantes y autónomas, denominadas aquapods, como la SeaStation de InnovaSea. Si bien estas impresionantes jaulas pueden parecer costosas en comparación con otros costos de la acuicultura, es probable que la tecnología demuestre su eficacia contra las granjas de peces estacionarias, en particular a medida que aumenta la demanda de proteínas provenientes en los peces.

El Aquapod es una piscifactoría flotante que puede albergar varios cientos de miles de peces.
Si los aquapods crecen peces en mar abierto, ¿qué sucede cuando se necesitan reparaciones? La compañía noruega SINTEF está desarrollando un robot submarino que podrá examinar y reparar estas redes, lo que proporciona una manera más segura y económica de administrar la operación.
¿Cómo vamos a llevar estos peces marinos al mercado? Rolls Royce cree que los buques de carga robótica se utilizarán para envíos más eficientes, limpios y rentables, y este concepto podría potencialmente convertirse en un vehículo para transportar los peces criados en alta mar a entidades comerciales. De hecho, Rolls Royce ya ha firmado contratos para el transporte de materiales de construcción para granjas acuáticas en alta mar, aunque esto probablemente se facilitará inicialmente con los métodos de carga habituales.
Otras oportunidades robóticas en nuestros océanos incluyen SeaVax, que está trabajando para crear una aspiradora robótica a gran escala, que funciona con energía solar, que podría recoger alrededor de 150 toneladas de plástico del océano. OceanOne es un humanoide submarino bimanual que permite una exploración submarina más segura. Esta innovación podría potencialmente servir como un avatar humano, permitiendo al operador trabajar bajo el agua mientras se mantiene en tierra. Maritime Robotic y Deep Trekker proporcionan dispositivos robóticos o no tripulados de monitoreo oceánico para ser utilizados en la exploración y la acuicultura.
Fuente: https://www.alltech.com/blog/8-digital-technologies-disrupting-aquaculture